miércoles, 13 de octubre de 2010

Probablemente me odien por esto (post sobre minas y rescates)

Y ahora que los mineros salieron, todos, sin excepción alguna, regresaron siendo mejores hombres.

El mundo debería tener más minas con más derrumbes, donde de paso la gente que esté adentro, y quede atrapada, sea muy mala. Tal vez así, tal vez...

jueves, 7 de octubre de 2010

Caso curioso

"Vanity, definitely my favorite sin."
John Milton, The devil's advocate.


Cuando llegó a Beverly Hills se volvió completamente loco. Se hizo lifting facial, liposucción, reducción de quijada y pómulos, otoplastia, rinoplastia y depilación láser completa, solo por mencionar algunos. Luego entró al gimnasio, se puso a dieta, compró toda clase de suplementos y vitaminas, cambió su forma de vestir y su forma de caminar, incluso su lenguaje y sus ademanes se volvieron diferentes. Fue así como el día de su boda llegó convertido en un hombre nuevo.
Cuando Bella llegó al altar y vio la nueva imagen de la Bestia dio media vuelta y salió de la iglesia gritando de manera histérica que la boda quedaba cancelada.
Días después se supo que Bella era zoofílica. No cabe duda que los cuentos en el siglo XXI sufren giros extraños.

martes, 5 de octubre de 2010

Cuarentena del papel

"And Helvetica maybe says everything,
and that's perhaps part of its appeal."
Jonathan Hoefler, Helvetica.


Los que más se lucraron cuando el régimen promulgó la ley de la cuarentena indefinida del papel, alegando que este atentaba contra la soberanía nacional, fueron los escritores eróticos. Ninguno de ellos perdió el tiempo y desde ese mismo día comenzaron a contratar hombres y mujeres para tatuarles su literatura en todo el cuerpo. El único inconveniente de esta grandiosa idea, que, cabe decir, jamás dejó de de producir best-sellers, era que las personas ya no leían los libros de manera completa. Ahora bastaba con que encontraran un párrafo de bonita disposición para ojearlo hasta el cansancio.

Treintena (in)definida

Ahora atémosle los recuerdos a nuestras piscuchas,
que octubre se lleve volando la maldita nostalgia.

domingo, 3 de octubre de 2010

sábado, 2 de octubre de 2010

Cuento sobre Raúl Marín

Todos los domingos por la tarde era lo mismo, Raúl siempre pedía permiso a su mamá para ir a la casa de la abuela y escuchar esas historias mágicas que tanto le gustan a uno cuando uno está bicho, sobre todo esa historia del extraño don que desde siempre había acompañado a los Marín.
Mama Tancho contaba que los Marín jamás soñaban con personas que conocían salvo cuando éstas iban a morir, y a Raúl le gustaba tanto escuchar esa historia porque de todas las que había escuchado contar a su abuela esa era la única que parecía ser cierta: él no recordaba haber soñado jamás ni con su mamá o su papá o sus hermanos, tampoco con sus amigos o sus primos o siquiera con los vecinos.
Esa fue la historia preferida de Raúl hasta ese sabado que se hizo domingo mientras él soñaba.
Ese domingo por la tarde Raúl no pidió permiso para ir a la casa de su abuela sino que se quedó en la suya llorando a la par de su mamá.

*Espero no haberme excedido con esto. Las últimas entradas sobre sueños y paradojas y demás que Raúl Marín ha posteando me llevaron a escribir esto.