sábado, 13 de febrero de 2010

Qué bonito...

Ser cínico es un arte, supongo. Y esta es la clase de cínismo que a mí me gusta:

-Dices que cuando abrazas a mi novia estás actuando. Que cuando la besas, es como si besaras una estatua. Que cuando haces escenas de sexo, no sientes nada porque estás rodeado de cámaras. Pero, ¿por qué ensayas con ella, si es la maquilladora?-

Ajá, lo anterior se llama Vaya escena, un microrrelato de Óscar Román Alconada.

(Esto es definitivamente lo que no me gusta de comenzar un blog nuevamente: agarrar impulso, vencer la inercia.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario