Cuando Jorge escribió
-aunque sé que estás a un año luz de mí-, casi puedo asegurar que sabía bien en lo que se estaba metiendo.
Si Jorge viajara a una velocidad constante de 100 km/h durante las 24 horas del día, sin parar nunca, le tomaría 10 799 086.76 años llegar. Definitivamente estaba consciente de que no iba a llegar aún si intentara, aún si siguiera.
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Lo anterior no es paja. Sabía usted que un año luz no es una medida de tiempo ni de velocidad, sino de distancia. Ya a las cabales es la distancia que recorre un fotón en un año Juliano (año terrestre) a la velocidad de la luz en el vacío absoluto, o sea, haciendo el cálculo, 9 460 000 000 000 kilómetros.
Y ajá, Jorge, Jorge Drexler.