viernes, 19 de febrero de 2010

Backwards

Rodrigo Ramos tuvo por mucho su sueño más alocado: soñó con un lugar donde toda su vida transcurría hacia atrás. Pero al final qué importaba si vivir sería siempre como regresar para despedirse, solo que ahora pronunciando un hola o bosquejando una sonrisa.

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La verdad es que no soñé algo así. Pensándolo bien, al final quizá tendría más sentido de esa manera: el momento más triste sería conocer a alguién.

Quizá pienso demasiada mierda cuando me despierto y no puedo volver a dormir.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Se podría decir que sí...

Cuando Jorge escribió -aunque sé que estás a un año luz de mí-, casi puedo asegurar que sabía bien en lo que se estaba metiendo.

Si Jorge viajara a una velocidad constante de 100 km/h durante las 24 horas del día, sin parar nunca, le tomaría 10 799 086.76 años llegar. Definitivamente estaba consciente de que no iba a llegar aún si intentara, aún si siguiera.

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Lo anterior no es paja. Sabía usted que un año luz no es una medida de tiempo ni de velocidad, sino de distancia. Ya a las cabales es la distancia que recorre un fotón en un año Juliano (año terrestre) a la velocidad de la luz en el vacío absoluto, o sea, haciendo el cálculo, 9 460 000 000 000 kilómetros.

Y ajá, Jorge, Jorge Drexler.

sábado, 13 de febrero de 2010

Qué bonito...

Ser cínico es un arte, supongo. Y esta es la clase de cínismo que a mí me gusta:

-Dices que cuando abrazas a mi novia estás actuando. Que cuando la besas, es como si besaras una estatua. Que cuando haces escenas de sexo, no sientes nada porque estás rodeado de cámaras. Pero, ¿por qué ensayas con ella, si es la maquilladora?-

Ajá, lo anterior se llama Vaya escena, un microrrelato de Óscar Román Alconada.

(Esto es definitivamente lo que no me gusta de comenzar un blog nuevamente: agarrar impulso, vencer la inercia.)