sábado, 17 de abril de 2010

Mi ducha helada

A veces es como querer decir . A veces es como caminar y caminar y caminar buscando una dirección que no existe. A veces es como una constante en mi cabeza. A veces es como querer decir una palabra que se usa a diario pero que en el momento más importante se olvida.

Pero casi siempre es un terror tremendo.
Pero casi siempre es un escalofrío y una parálisis instantánea.
Pero casi siempre es voltear la cara y tocarme el pelo o la boca.

A veces es como ver el cielo y las estrellas y sentirme una mierda. A veces es pura vanidad. A veces es una paradoja. A veces es un sueño extraño con personajes alternantes. A veces es afirmar no. A veces es escribir pendejadas aleatorias y después borrarlas o guardarlas como borradores.

Pero casi siempre es sacar un documento, leerlo y guardarlo.
Pero casi siempre es hacer un documento nuevo y después tirarlo.
Pero casi siempre es una canción y un segundo y un día y un nombre y una esquina y un libro y una palabra y unos 100 metros.

A veces es un diálogo estúpido. A veces es una alucinación. A veces es una pregunta. A veces es una sonrisa.

Pero casi siempre son puras sonrisas.
Pero casi siempre es una frasecita.
Pero casi siempre parece ser puro contrato moral.

A veces es.

Pero no importa qué pasa o qué es a veces: pensándolo bien siempre es un terror tremendo, siempre vos.

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